CUBLA

Lugar de la provincia de Teruel, situado al pie de la sierra de Camarena. 
Habitantes: 95. 
Altitud: 1088 metros sobre el nivel del mar. 
Dista de Teruel 13 Kilómetros 
Gentilicio: Cublano

    La distancia desde la capital, Teruel, es sólo de 13 kilómetros, según los Servicios de Vías y Obras de la Diputación, y 17 según afirman algunos vecinos, por el camino TE-V-6014. No creo, pues, que sea cuestión de discutir kilómetros de más o menos, cuando lo que importa al viajero realmente es llegar a Cubla, al pie de la sierra de Camarena.
    El núcleo urbano se agrupa sobre la margen izquierda del arroyo de La Cañada, afluente del Turia, en la ladera de una colina dominada a su vez por otra que corona la ermita de San Cristóbal. Son relieves característicos de las estribaciones occidentales de la sierra de Camarena.
    Cubla perteneció a la comunidad de aldeas de Teruel, sesma de Río Cella, y después fue sobrecullida y vereda de Montalbán y corregimiento de la propia capital. Su primera mención aparece en el «Cartulario de Aliaga» (número 48, página 66), en 1220, cuando se cita a Martín de Cubla.
    La población ha ido en sensible descenso en el último cuarto de siglo. En 1950 todavía se registraba un censo de 321 habitantes, aunque a mediados del siglo XIX, en 1857, eran 421. En la actualidad no llegan al centenar.
    De Cubla me hablaba mucho José Torán, de grata memoria que ha quedado perpetuada allí con una calle que lleva su nombre. Por lo demás, aún se mantiene en pie el solar de sus ancestros, la casa de Alfonso Torán, del siglo XIX, en la plaza, una espléndida construcción de mampostería, que consta de tres plantas y amplio portalón dovelado, con arco de medio punto. Esta interesante muestra de la arquitectura civil merece ser conservada en mejores condiciones que las actuales, lo que solo puede llegar con una acertada restauración. En la calle anteriormente mencionada, la de José Torán, existe otro magnífico ejemplar, también del siglo XIX, igualmente de tres plantas, con friso de dinteles en la parte superior, que destaca por la distribución de sus vanos. De la misma época es el lavadero de la localidad.
    El caso es que Cubla ofrece un casco urbano lleno de pintoresquismo, que va desde el Olmo centenario de su plaza Mayor sin duda, el más viejo del lugar, que ha regalado su sombra a centenares de vecinos- a la puerta plateresca de la iglesia parroquial, que es un edificio gótico-renacentista de 1600.
    Por cierto, que en el Archivo Histórico Nacional de Madrid figura San Lamberto como titular parroquial, y el profesor Ubieto Arteta se reafirma en este mismo supuesto; sin embargo, los cublanos afirman que el templo está dedicado al misterio de la Asunción, y como iglesia de la Asunción la relaciona también Santiago Sebastián en su «Inventario artístico de Teruel y su provincia».
    La fábrica es de mampostería, con una nave cuya bóveda presenta un complejo entramado de crucería estrellada. La portada es plateresca y ejerce especial atractivo. El alero mudéjar destaca por sus dientes de sierra.
    Se alza la torre a los pies, en el lado de la epístola, con sus tres primeros cuerpos de mampostería, cuadrangulares, y el superior octogonal, de ladrillo. Además de la ermita de San Cristóbal, ya mencionada, existe otra dedicada a la Virgen de Loreto, en una ladera próxima. Y aún me hablan de otras dos dedicadas a la Concepción y a Santo Domingo.
    ¡Lástima que la población vaya a menos, aunque se conserva la herencia del pasado, con sus costumbres y tradiciones!
    Como efemérides importante para la localidad figura el afloramiento de aguas subterráneas, en octubre de 1981, con un caudal de 200 litros por minuto, lo que garantiza el abastecimiento de la población.
    Cubla fue cuna del dominico Francisco Montón, ilustre personalidad del siglo XVII.